¿Alguna vez has tenido días en los que parece que nunca te sientes lleno? A veces es fácil culpar a la dieta. Tal vez no hayas comido lo suficiente en general o hayas comido muy pocas proteínas, grasas y fibra, por lo que tú estomago se siente vacío y debes aprender cómo luchar contra la sensación de hambre cuando estás a dieta. En otros casos, hay causas menos obvias para explicar por qué su hambre está fuera de control.
2Estás demasiado cansado
La falta de sueño no sólo merma tu energía, productividad y estado de ánimo, sino que también puede disparar el hambre. Esto se debe a que el sueño inadecuado altera el equilibrio de las hormonas que te indican que comas o dejes de comer. Cuando se desequilibra, los niveles de la hormona grelina (que provoca el hambre) aumentan, mientras que los niveles de la hormona leptina (que provoca la saciedad) disminuyen.
La solución: los expertos recomiendan que los adultos duerman al menos entre 7 y 9 horas cada noche. Aunque no es posible hacerlo todo el tiempo, esfuérzate por alcanzar esta cantidad de descanso tan a menudo como puedas. Si no duerme bien, reconozca que esto puede ser la causa de su aumento de hambre, así que elija alimentos saludables que le proporcionen energía y satisfacción más duraderas.