El estudiantado universitario reclama a las instituciones universitarias que respeten el acuerdo alcanzado con la representación estudiantil en la implantación de la Ley de Convivencia Universitaria (LCU), que fue aprobada definitivamente ayer en el Senado.
Tras casi un año de negociaciones conjuntas y conseguir un acuerdo entre el estudiantado universitario, representado por la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP) y el Consejo de Estudiantes Universitario del Estado (CEUNE); Crue Universidades Españolas y el Ministerio de Universidades, la aprobación definitiva de la Ley «da la espalda» al pacto alcanzado entre los diferentes agentes sociales, que reclama la mediación y el diálogo como pilar fundamental de la norma.
Los acuerdos alcanzados durante su tramitación en el Congreso por el PSOE, Unidas Podemos y ERC eliminaron el marco común de resolución de conflictos que marcaba el proyecto de ley y trasladaron a las universidades, en el ejercicio de su autonomía, la posible regulación de estos mecanismos, en contra de la opinión de estudiantes y rectores.
Estas «autoenmiendas» suponen, según los colectivos estudiantiles, «romper el consenso alcanzado en el diálogo social con los diferentes colectivos de la Universidad», lo que CREUP denuncia que podría volver a repetirse en la tramitación de la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), «echando por tierra todo el trabajo y los acuerdos logrados con los principales colectivos afectados por estas normas».
Por ello, el estudiantado reclama a las instituciones universitarias que respeten los acuerdos previamente alcanzados en la implementación de la nueva norma, así como que se cuente con el consenso de la representación estudiantil para desarrollar la regulación en las respectivas comunidades autónomas y universidades, poniendo el foco en la mediación como forma prioritaria para la resolución de conflictos.