Se le acumulan los problemas a Anabel Pantoja. A su reciente separación matrimonial de Omar Sánchez tan solo cuatro meses después de su boda se une el delicado estado de salud de su padre, Bernardo Pantoja, ingresado en un hospital sevillano desde hace casi una semana.
Completamente rota y sin poder contener las lágrimas, la colaboradora ha hablado del complicado momento que está viviendo tanto a nivel personal como profesional. «Estoy dañada por un montón de cosas» confesaba, dejando claro que aunque no lo está pasando bien ahora mismo «lo más importante» para ella es la salud de su padre.
Aunque en un principio se apuntó a que el estado de Bernardo sería bastante grave y el hermano de Isabel Pantoja se estaría incluso despidiendo de sus seres queridos, Anabel ha salido al paso de estas informaciones y ha explicado que el ingreso de su padre se debe a los problemas de azúcar y de circulación que arrastra desde hace años – y que motivaron que tuvieran que amputarle un pie en 2019 – pero está muy bien cuidado y en los próximos días podría abandonar el hospital.
Consciente de las críticas por no estar al lado de su progenitor en estos delicados momentos, la colaboradora, hundida, dejaba claro que se está haciendo cargo de él y que si está en ‘Sálvame’ es para ganar dinero y que «a ese que está ahí no le falte de nada«.
Además de su preocupación por el estado de salud de su padre, Anabel ha confesado rota que «no estoy al cien por cien«. «Tengo la cabeza perdida» ha admitido, reconociendo que su separación matrimonial – de la que, según apuntan algunos, se habría arrepentido y estaría pensando en dar una segunda oportunidad a Omar – y el ingreso hospitalario de Bernardo le han afectado tanto en su trabajo en televisión como en su faceta de influencer.
Un cúmulo de problemas a los que se une la presunta traición que habría sufrido de alguien del universo influencer, tal y como sostiene Jorge Javier Vázquez: «Creo que profesionalmente levantas muchas envidias y yo creo que se van a aprovechar ahora para intentar rebajar tu estatus en ese mundo».
Algo que la sevillana no está dispuesta a consentir: «No tengo certeza de que sea así, pero he bajado la guardia en estos días y no la pienso bajar. Cuando mi padre esté estable, vuelvo a la carga, en todos los sentidos, en todos los trabajos» ha avisado.
Tras cumplir con sus compromisos profesionales, y lejos de los planes sociales que antes copaban su agenda día sí y día también – prueba de que no lo está pasando bien en los últimos días – Anabel ponía rumbo al hotel en el que se aloja en la capital e, intentando sacar fuerzas de flaqueza, aseguraba que su padre está «perfecto».