El ejemplar hembra de quebrantahuesos ‘Sol’, hallado sin vida el 1 de febrero en las proximidades de Posada de Llanes (Asturias), murió electrocutado. Así lo ha revelado la necropsia que se le ha realizado al cadáver en el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), un centro de referencia en ciencia forense sobre la fauna silvestre, ubicado en Ciudad Real.
Según el informe de la necropsia, ‘Sol’ sufrió una descarga eléctrica que le provocó lesiones en la lengua y en la rama mandibular derecha; y en el hemitórax derecho, afectando sobre todo al pulmón derecho, donde se produjo una hemorragia severa; también se hallaron hemorragias intracraneales a nivel del cerebelar.
Siguiendo el protocolo establecido, se están realizando pruebas complementarias con el fin de investigar y eventualmente descartar la implicación de otros agentes etiológicos que pudieran haber intervenido en la presencia del ave en dicha ubicación o en una mayor predisposición al accidente, según ha informado Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos.
‘Sol’ era una hembra de quebrantahuesos cedida por el Gobierno de Aragón y liberada en el marco del programa de recuperación de la especie en Picos de Europa en el año 2019. Gracias al emisor GPS que portaba, los técnicos de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ) localizaron su cuerpo sin vida cerca de un tendido de distribución eléctrica de media tensión en los alrededores de la localidad de Lledías (Posada de Llanes, Asturias).
Una vez hallado el cadáver, y según el protocolo de actuación, se puso en conocimiento del 112 y del Seprona de la Guardia Civil, quienes se personaron en el lugar para realizar el levantamiento del cadáver y asegurar la cadena de custodia.
Los restos del ejemplar fueron trasladados de inmediato al IREC para la realización de la necropsia, cuyos resultados se han conocido este lunes. En paralelo a esas pruebas en Ciudad Real, en Asturias se inició una investigación para tratar de averiguar las causas del fallecimiento.
Se han reconstruido los últimos movimientos de Sol gracias a los datos descargados del acelerómetro del GPS con el fin de analizar las posibles amenazas a las que pudo estar expuesta en los días y horas previos a su muerte. Gracias a esta tecnología y a la gran cantidad de datos recogidos se han podido reconstruir al detalle los últimos movimientos del ejemplar, su localización a nivel submétrico y su actividad vital.