Son innumerables las formas de comer huevo y como a cada gusto un disgusto, Arguiñano ha explicado la manera en que la mayoría de las personas prefiere comerlo frito: con puntilla y sin ella. Cada tipo de cocción cuenta con su propio club de fans, así que si te gusta de una u otra manera, no te puedes perder los consejos de este chef, para que siempre te quede exactamente a tu gusto.
6Cómo prepararlo con puntilla en simples pasos
Tal como te he comentado, el toque distintivo del huevo con puntilla, es su borde doradito y sabroso, el cual sientes crujir cuando te llevas un pedazo a la boca. Sin embargo, esto no tiene por qué significar una yema seca y muy cuajada. Y es aquí cuando Arguiñano, brinda su mejor técnica:
Tener un huevo con puntilla, va de la mano de la temperatura del aceite. Pon en una sartén un chorro de aceite y llévala al fuego. Cuando el aceite esté bien caliente, vierte el huevo con mucho cuidado para evitar salpicaduras. Verás como la puntilla comienza a formarse de inmediato.
Para que alcances el punto justo de cocción en la yema, ayúdate con la espumadera o con una cuchara, lo que se te haga más cómodo. Toma pequeñas porciones del aceite caliente y baña la yema hasta que llegue al punto que te guste: aguada, cremosa o bien cocida.