La risa es considerada beneficiosa para la salud física y mental de los seres humanos. Tanto así, que se han desarrollado terapias en las que la risa es parte importante para la recuperación de trastornos asociados al estrés y la ansiedad. Sin embargo, hay una parte de la risa que no causa gracia, y es aquella que se desencadena sin motivo aparente y en los momentos menos oportunos.
Son varios los motivos que te pueden llevar a tener un ataque de risa; y según el detonante, puedes abordarlo de diferentes maneras.
4La risa patológica: la señal de que algo ocurre
A diferencia de la risa considerada como normal, la risa patológica no es proporcional al estímulo emocional; y de hecho, puede considerarse como inapropiada, incontrolada y no obedece a ningún estímulo evidente.
Algunas veces, la risa patológica puede estar asociada con el avance de diferentes enfermedades; entre ellas, las del sistema nervioso central: ictus, esclerosis múltiple, Alzheimer, entre otras.
También se han establecido los ataques de risa como síntoma de patologías mentales como la esquizofrenia, manías e incluso por drogodependencia. En los niños con espectro autista y asperger, es común observar risas sin motivo aparente.
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