Pocos mayores de 30 años pueden afirmar que no sufren de dolor con cierta frecuencia, según nos informa Dolifaes. Dolores debido a pequeñas lesiones practicando deporte o a una mala higiene postural, cuando no hablamos de desgaste articular y otras “cosas de gente mayor”.
¿Estamos condenados a padecer dolores, muchos de ellos crónicos, a medida que vamos cumpliendo años? La respuesta es que, si bien con la edad aumenta la frecuencia de casos de dolor crónico, es posible en muchos casos seguir con una vida normal.
Dolor crónico, más frecuente en personas mayores
Existen diferentes tipos de dolor: dolor muscular, articular o neuropático, dolor debido a una cirugía o una fractura ósea, dolor punzante o, al contrario, dolor sordo, etcétera. Pero si hay un dolor que se repite con la edad es el dolor crónico, el que se prolonga durante al menos 3 meses.
Se suele hablar de dolor agudo como la antítesis del dolor crónico, cuando esta clasificación se presta a confusión. Uno siente dolor agudo si se rompe un hueso o se le infecta una muela, es un dolor que se pasa al resolver la causa del mismo.
El dolor crónico es aquel que se prolonga en el tiempo, existiendo a veces algo que deba sanar, una lesión permanente en otros casos y, en ocasiones, sin motivo aparente. Pero que un dolor sea crónico no tiene relación con la intensidad del mismo. Es esta intensidad del dolor la que podemos confundir con lo que se entiende por dolor agudo. Sí, hay dolores crónicos muy intensos, por suerte suelen manifestarse de manera discontinua, en forma de crisis o episodios de unas horas o días de duración.
Así pues, el problema del dolor crónico no es pecata minuta, menos aún en una población envejecida, donde quién más quién menos sufre de algún tipo de problema de espalda o rodillas.
El tratamiento del dolor crónico es complejo
Al existir diferentes etiologías para un mismo concepto, el dolor crónico, no es posible utilizar un tratamiento del dolor universal y eficiente para todos los pacientes.
Mientras que en muchos casos existen ejercicios de fisioterapia que ayudan a controlar el dolor y a evitar futuras lesiones causadas por el sedentarismo, hay lesiones que requieren de un reposo prolongado antes de comenzar con la rehabilitación.
Los dolores articulares se calman aplicando calor seco localizado, el mismo que ayuda con las contracturas musculares, con una excepción: en las lesiones recientes lo que se necesita aplicar el frío, hielo seco. Y hay personas que necesitan recurrir a ciertos tipos de analgésicos cuando sufren un empeoramiento repentino.
Sería estupendo que existiera algo útil en todos los casos, aunque debiera complementarse con otra cosa, ¿verdad? Algo que se pudiera emplear sin temor a sobrepasar el número máximo de días recomendados, sin efectos secundarios como la gastritis y que pudiésemos llevar con nosotros.
Esas soluciones ya existen desde hace tiempo. Antes las llamábamos linimentos o ungüentos herbales, y ahora se trabaja en fórmulas más concentradas en los principios activos y con mejor capacidad de asimilación, como es el caso de las formulaciones de Dolifaes.
Hablamos de productos que proporcionan alivio tanto en la mayoría de procesos de dolor agudo como en los casos crónicos, que no interfieren con medicaciones o terapias rehabilitadoras y que, aunque no siempre sean la solución por sí mismos, nos permiten seguir con el día a día o conciliar el sueño por las noches.
Imaginamos que la investigación de este tipo de tratamientos tópicos no se detenga y cada vez nos ofrezcan nuevos e interesantes principios activos, como el CBD o cannabidiol. Se trata de una molécula presente en la planta de la marihuana que es capaz de reducir el dolor de contracturas y tendinitis con solo su uso tópico siempre que la formulación sea capaz de penetrar bien en la piel.
El CBD es bien conocido por la población que padece fibromialgias y problemas de fatiga crónica. En visto de sus buenos resultados, ahora comienza a aplicarse de forma externa en deportistas, pues no altera los resultados de los análisis antidopaje, y en toda esa población mayor que tiende a sufrir molestias de cuello, lumbares, rodillas… También proporciona alivio frente a dolores musculares causados por procesos gripales como la gripe.
De todas maneras, si el CBD te produce respeto, a pesar de que únicamente se permite la venta de pomadas que lo presenten en dosis seguras, tienes otras alternativas para utilizar del mismo modo como las cremas con diclofenaco.