Para financiar un coche hay que tener en cuenta todas las opciones posibles del mercado, pero, sobre todo, las que mejor se adapten a la economía de cada uno y aporte las condiciones más ventajosas. Se puede optar por la financiación en el concesionario, en el banco, mediante préstamos personales, con leasing o renting o incluso mediante tarjeta de crédito si se trata de un coche barato de segunda mano.
La clave está en saber cuál de las opciones anteriores ofrece más ventajas. Estas ventajas, en términos económicos se traduce principalmente en tipos de interés y plazos; pero también en las comisiones, la entrada inicial que habría que dar y los requisitos de vinculación que pida la entidad financiera.
Cómo saber qué financiación escoger
La ventaja de vivir en una sociedad digitalizada es que se tiene acceso a la información de forma rápida, sencilla y completa. Es muy fácil hacer una comparativa de prácticamente cualquier producto en internet. Si se quiere, por ejemplo, ver cuál es el mejor préstamo o la mejor opción de financiación en páginas web como Rastreator se puede obtener un análisis exhaustivo en pocos minutos.
No obstante, conviene aclarar que a la hora de analizar una propuesta de financiación hay que familiarizarse con conceptos como TIN o TAE, y otros aspectos del mundo financiero que formarán parte de la operación que se pretende llevar a cabo. Los siguientes puntos son los más importantes a tener en cuenta:
- Si bien cuando se opta por un préstamo personal se suele obtener el 100% de valor del vehículo sin tener que dar una cantidad inicial como entrada, en el caso de los concesionarios, estos suelen solicitar el depósito de una entrada inicial para poder aprobar la financiación del coche.
- El tipo de interés. Los tipos de interés a los que estará sujeta la financiación son los que determinan el coste real de la misma de ahí que sea imprescindible conocerlos de antemano antes de tomar la decisión de escoger un método u otro.
- En muchos casos, ya sea que se financie a través del concesionario, del banco, o de un préstamo personal, estas entidades pueden pedir diferentes comisiones: de apertura, de cancelación anticipada, u otro tipo de importes relacionados con dicha operación.
- Condiciones de vinculación. En algunos casos, las entidades financieras condicionan la concesión de un préstamo a determinadas obligaciones por parte del prestatario como, por ejemplo: domiciliar la nómina, contratar un seguro, domiciliar recibos o tener un determinado número de movimientos con las tarjetas de crédito.
Teniendo en cuenta todos estos aspectos y sabiendo que los concesionarios por regla general tienen un tipo de interés más alto que las entidades bancarias, la idea de elegirlo para negociar la compra del vehículo no es la más acertada. Más bien al contrario, la mejor opción a día de hoy es contratar un préstamo personal con un buen tipo de interés y pocas o nulas comisiones.
¿Por qué los préstamos personales son la mejor opción?
Una de las razones principales para elegir una entidad financiera para la compra de un coche es que ofrecen mejores condiciones de TIN (tipo de interés nominal) y TAE (tasa anual equivalente), es decir menores intereses, con lo que el monto total a pagar será menor que en el caso de un concesionario.
Por otra parte, si se necesita financiar el cien por cien del coste total del vehículo o una cantidad inferior a 6.000 euros, también la mejor opción es el préstamo personal, y lo mismo ocurre si se cree que se podrá cancelar anticipadamente el importe del crédito, ya que, las condiciones de cancelación son más baratas.
Cómo elegir el mejor préstamo personal
Lo más importante es informarse antes de contratar. Solicitar un préstamo es algo que requiere contar con la máxima información posible, de esta forman se pueden comparar las distintas ofertas y así poder decidir cuál es la más conveniente según los intereses de cada uno.
Por otro lado, las entidades financieras deben facilitar una información completa, que sea comprensible y que pueda ser comparable. Según la OCU (Organización de consumidores y usuarios): “la Ley de Contratos de Crédito al Consumo establece cuál debe ser la información previa que hay que facilitar a los consumidores antes de la contratación”.
Para facilitar la información anteriormente señalada, las entidades deben utilizar un documento normalizado, que la ley denomina “Información normalizada europea sobre el crédito al consumo”, donde se incluyen los aspectos más importantes como son: el tipo de interés nominal, la TAE, los productos de contratación obligatoria y su coste y el importe del capital prestado más los intereses y posibles gastos relacionados con el crédito.
Todo ello ha de estar ilustrado mediante un ejemplo representativo que incluya todas las hipótesis utilizadas para calcular dicha tasa. También debe incluir todas las comisiones que puedan cobrar por cualquier circunstancia. Con esta información completa en la mano ya se puede elegir el préstamo personal que mejor convenga.