Las actividades en plena naturaleza son uno de los remedios más recomendados con los que aliviar la ansiedad y el estrés que ha provocado en nosotros la llegada de la crisis sanitaria, tras haber permanecido meses encerrados en casa con miedo a contraer el temido virus. Para poder disfrutar de la belleza de nuestro entorno, sin embargo, resultará fundamental contar con unos buenos prismáticos que nos ayuden a visualizar los elementos de nuestro alrededor y conseguir, así, apreciarlos mejor.
Cómo elegir los mejores prismáticos
Sin embargo, dada la cantidad de prismáticos que podemos encontrar en los catálogos de las diferentes tiendas especializadas, es muy probable que nos veamos abrumados por la inmensa oferta disponible y acabemos por no comprar ninguno. Es por ello que, con el fin de aligerar tu pequeña labor de investigación, procedemos a mostrarte a continuación las 3 claves que debes tener en cuenta a la hora de comprar unos prismáticos.
Sobre el número de aumentos que consiguen los prismáticos
Uno de los principales aspectos que hemos de entender sobre los prismáticos son los números que van asignados a ellos: 8×42, 10×42, 10×50… la primera cifra de estas dos hace referencia al número de aumentos que implementan los prismáticos para hacer que veamos más de cerca los objetos que estamos enfocando. Por ejemplo, en caso de que localizáramos a un jabalí situado a 100 metros de nosotros, unos prismáticos de 7x nos ayudarían a verlo como si estuviera a 14 metros.
Es importante tener en cuenta que, si bien a mayor número de aumentos mejor podremos ver los objetivos más alejados, a partir de los 12 aumentos el peso de los prismáticos aumentará considerablemente, obligando al usuario en algunos casos a emplear un trípode que garantice la estabilidad y evite las vibraciones que puedan molestar a la hora de usar el binocular.
El tamaño de las lentes también importa
La segunda cifra de los números citados en el apartado anterior hacen referencia al diámetro de las lentes objetivo, medida que viene indicada en milímetros. Es decir, en el caso de unos prismáticos de 8×42, el diámetro de la lente sería de un total de 42 milímetros.
Esto resulta fundamental a la hora de elegir unos prismáticos ya que, conforme mayor sea este número, la lente será de mayor tamaño. De esta forma, se permite un mayor traspaso de luz y, así, obtener una imagen mucho más clara y nítida. Por supuesto, esto también vendrá a costa de la portabilidad y ligereza del binocular, dando lugar a que los prismáticos de menor medida sean mucho más ligeros y pequeños.
Los prismas del interior de los prismáticos
Los prismas del interior de los prismáticos se tratan de componentes fundamentales que afectan también a la calidad de la imagen. A la hora de decantarse por un modelo de prismáticos u otro, hemos de tener en cuenta también el tratamiento que han recibido estos prismas. Si, por ejemplo, la descripción de un modelo nos indica que los prismas son BAK-4, quiere decir que estos componentes están hechos con vidrio de calidad capaz de producir imágenes puras y con gran nitidez. Aquellos que incluyen recubrimiento de fase, sin embargo, son capaces de ofrecer mejor resolución y contraste de las imágenes.
Deberemos, entonces, prestar especial atención a la descripción de los prismáticos que nos interesen, dada la importancia que cobra el tratamiento aplicado a los prismas de su interior. Cabe mencionar que aquellos de tratamiento de fase suelen venderse a bastante precio, por lo que quizá debas buscar otros tipos de prisma.
Cómo calcular la luminosidad relativa de un binocular
Finalmente, vamos a hablarte del factor de luminosidad relativa del prismático. Este dato se obtiene de dividir el diámetro de las lentes objetivo entre el valor del aumento y, a mayor sea ese valor, mayor será la luminosidad relativa, lo que nos dará imágenes mucho más nítidas que nos permitirán observar con mayor claridad los elementos de nuestro entorno.
Por ejemplo, unos prismáticos de 8×42 presentarán un valor de luminosidad relativa de 5,25. Sin embargo, otro binocular de 10×50 tendrá una luminosidad de 5. Una vez hechos los cálculos, podremos determinar que los prismáticos de 8×42 son los ideales para observar con mayor detalle elementos que estén situados en la lejanía, aunque consiguen menos aumentos que el de 10×50. Tendrás que determinar cuál de ellos se adapta mejor a tus preferencias personales para elegir el mejor modelo.
Si tienes en cuenta todas las claves que hemos explicado en apartados anteriores a la hora de buscar unos prismáticos, saldrás bastante satisfecho con tu compra. Independientemente de si los vas a emplear para actividades de caza, observaciones nocturnas o astronomía, recuerda informarte en paginas web especializadas en este tipo de productos, para asegurarte así de que estás haciendo comparaciones entre productos de calidad.