El pueblo de Traspinedo (Valladolid) ha despedido este mediodía a Esther López de la Rosa, la «chica de la eterna sonrisa», como así la ha recordado una de sus primas durante la misa de funeral desarrollada en una abarrotada Iglesia Parroquial de San Martín de Tours en la que los asistentes han compartido no solo dolor sino también la incertidumbre de desconocer aún las causas de su muerte.
Cerca de 400 personas han seguido la misa de funeral dentro del templo mientras que otro centenar ha tenido que conformarse con mostrar su respeto y dolor a la familia de la víctima en la calle, en la pequeña placita, la misma que sobre las 12.24 horas recibía el furgón fúnebre con los restos mortales de Esther y donde se abría una jornada caracterizada, sobre todo, por la serenidad de los más íntimos de la fallecida.
A las puertas del templo la recibían sus padres, Miguel y María Jesús, y su única hermana, Inés, junto con otros miembros de la familia. Durante la espera previa al furgón fúnebre, el progenitor, en una muestra más de su entereza, se había apartado del resto y llevaba ya varios minutos ‘dibujando’ paseos circulares, casi sobre sí mismo, con la mirada perdida y clavada en el suelo.
Han sido el párroco de Traspinedo, Antonio Da Silva, y el diácono, Patricio Fernández, los encargados de recibir los restos mortales de Esther y de concelebrar la posterior misa de funeral tras depositar el féretro de Esther ante el altar. Sobre el ataúd, una corona y apoyada sobre ella una fotografía enmarcada con el rostro de la joven.
El oficio ha contado con la participación de sus convecinos y de distintas autoridades, entre ellas el propio alcalde, Javier Fernández; el subdelegado del Gobierno, Emilio Álvarez; el delegado de la Junta, Agusto Cobos; y el presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, quienes al término de la ceremonia han declinado realizar declaración alguna por respeto a la familia de la víctima.
No ha podido asistir, sin embargo, el arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, quien, sin embargo, ha remitido una carta de condolencia que ha sido leída por el párroco y en la que el purpurado ha reconocido haber seguido muy de cerca, «con inquietud», las noticias de los medios de comunicación sobre la desaparición y posterior hallazgo de Esther y ha confesado sentirse «impresionado» por la serenidad mostrada en todo momento por el padre y también por la «cercanía» de sus vecinos, «unidos todos en el sufrimiento de la familia.
DESCANSO PARA ELLA Y CONSUELO PARA SUS PADRES
«Descanso eterno para ella y consuelo para los padres. Recibid todos un saludo de paz en el Señor», concluía la misma de Blázquez leída por el párroco antes del inicio del oficio religioso por Esther, «a la que acoja Dios en sus brazos con su amor de padre y madre», ha indicado el concelebrante, quien también ha aprovechado para agradecer la total colaboración ofrecida durante «este trágico acontecimiento» por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, las distintas autoridades y los vecinos de la villa.
«Celebramos el paso del peregrinaje de Esther por este mundo a la casa eterna de Dios», ha añadido el párroco en un intento de consolar a los familiares de la joven de Traspinedo, deseos a los que luego, a punto de concluir la ceremonia, se unía una prima de la joven que ha dirigido unas últimas palabras de recuerdo de las vivencias compartidas entre ambas y otros miembros de la familia.
Con la voz entrecortada en algunos momentos por la emoción, la joven ha recordado en poco más de tres minutos sus andanzas con la fallecida, «prima y amiga», con la que compartió los momentos más importantes de su vida, no solo juegos y vivencias en el pueblo sino también Bachillerato en el mismo instituto y más tarde algunos años de piso durante la etapa universitaria.
«Siempre nos apoyaste y defendiste en todo, incluso desde la distancia», ha destacado la prima en uno de los momentos en los que ha tenido que contenerse, al tiempo que ha recordado que Esther «estaba súper ilusionada en conocer a su sobrina, la niña que más has querido, incluso sin haber nacido», en alusión al embarazo de su hermana Inés.
«Tu familia está desolada pero de prometemos que cuando hablemos de ti lo haremos como una sorpresa; siempre estarás en nuestros corazones, la chica de la eterna sonrisa», ha concluido su prima para que, instantes después, concluyera la misa de funeral y los restos mortales de Esther fueran inhumados en el camposanto de la localidad.
Otro escenario a unos dos kilómetros de la iglesia, una cuneta a pie de carretera donde el pasado sábado fue localizado el cadáver de la fallecida, veinticuatro días después de su desaparición, amanecía también este miércoles con una corona en señal de recuerdo por la joven.
Mientra tanto, las pesquisas continúan sin que hasta el momento se hayan despejado todas las incógnitas abiertas para el esclarecimiento de este caso y que no descartan ninguna vía, la muerte por una paliza, una caída accidental o incluso el atropello, vía este última que ya este martes llevó a la Guardia Civil a retornar al escenario de la localización para realizar las correspondientes pruebas complementarias.