Seguramente, alguna vez has ido a un restaurante y te han dado la oportunidad de disfrutar de una deliciosa sopa con pan frito servido que termina dando un toque inimaginable de sabor y disfrute al plato; y así, como lo has probado, también te gustaría prepararlo en casa y disfrutar de todo el sabor y encanto que tiene.
Hacer pan frito casero es sumamente fácil; y lo mejor de todo, es que lo puedes añadir no solo a tus sopas y cremas favoritas, sino también otros platos que se verán llenos de textura y sabor.
1Pan frito para acompañar tus sopas y cremas favoritas
El pan frito te brinda la oportunidad de aprovechar ese pedazo de pan que te ha quedado del día anterior y transformarlo en un complemento divino y crujiente para tus sopas y caldos. Precisamente en estos días en los que el frío aún nos acompaña, nada mejor que disfrutar de una rica sopa de cebolla rápida, o de un exquisito caldo de queso parmesano, con unos ricos croûtons que darán en el punto justo de textura, sabor y cremosidad.
Si algo hace de este pan frito todo un vicio, es precisamente su textura crujiente y seca, que mientras toca la sopa se humedece lentamente hasta absorber los divinos sabores del caldo. De solo pensarlo se hace agua la boca; y es por esto precisamente, que saberlos hacer en casa, será una estrategia para dar vida al plato muy valorada.