El cuerpo humano funciona con un delicado equilibrio y cuando está deshidratado, envía claras señales de que algo no va bien. La deshidratación se desencadena cuando se eliminan más líquidos de los que se consumen y este desequilibrio se manifestará a través de diversos síntomas muy fáciles de comprender.
La composición del cuerpo humano se constituye en aproximadamente un 75% de agua y sin esta no puede sobrevivir. El agua que compone mayoritariamente al cuerpo humano, se encuentra distribuida en sus células (dentro y entre ellas) y en los vasos sanguíneos.
De forma natural, el equilibrio se conserva gracias a mecanismos que desencadenan en los seres humanos la necesidad de la ingesta de agua, apenas el equilibrio comienza a alterarse.
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6Realizar actividades al aire libre
Las actividades realizadas al aire libre, abarcan tanto la práctica de deportes, como los trabajos que suelen realizarse en estas condiciones.
Si hace calor y a la vez humedad, aumentan los riesgos de padecer deshidratación y las enfermedades causadas por el calor. Si las condiciones climáticas son de calor y humedad, el sudor no se evapora; por lo que, al enfriarse, provoca cambios en la temperatura corporal, causando sofocamiento y aumentando la necesidad de ingerir líquidos.