El rasgo más evidente de los cutis grasos es la producción excesiva de sebo. Las glándulas sebáceas pueden producirlo en demasía por diferentes razones, pero para la mayoría de las personas, la tez grasa es el resultado de la genética. Esperanza Sáenz, responsable de imagen en Nezeni Cosmetics, nos cuenta como remediarlo en caso de tener este tipo de piel, y qué productos son los más indicados para tratarla.
Si hay un exceso de grasa en la piel del rostro, los poros se obstruyen, y si hay bacterias causantes del acné en la epidermis, lo más probable es que aparezcan espinillas y brotes de acné. Maquillar la tez oleosa puede llegar a ser realmente frustrante, ya que la grasa saldría a la superficie incluso después de haber aplicado polvos en el cutis.
«Lo mejor para solucionar este problema es utilizar papeles secantes y bases matificantes específicamente pensadas para quienes tienen este tipo de piel, aunque tenerla grasa no es del todo malo, ya que es menos probable que muestre signos prematuros de envejecimiento y parezca más joven que la seca, algo que se debe al hecho de que los aceites naturales de la dermis la hacen menos propensa a sufrir líneas finas y arrugas» – nos explica Esperanza Sáenz, responsable de imagen de Nezeni Cosmetics.
A veces puede parecer que no hay nada que pueda ayudar a eliminar el exceso de grasa. Sin embargo, hay ciertas medidas que puedes tomar para minimizar la cantidad de sebo que produce tu cutis, como por ejemplo, exfoliarla de forma regular para así prevenir la desintoxicación celular: «Aunque nuestro instinto nos diga que debemos coger el exfoliante más abrasivo, lo mejor es elegir uno suave con el que no haremos ningún daño al cutis a largo plazo».
Sin embargo, tampoco hay que caer en un exceso de exfoliación, porque por paradójico que parezca, esto puede hacer que se produzca aún más sebo: «Esto se debe a las señales que la piel envía a las glándulas. Si le quitas sus aceites naturales, la piel les enviará una señal para que produzcan aún más aceite que antes, causando un caos grasiento» – aclara Esperanza Sáenz.
En relación a esto, algunas personas se sienten inclinadas a lavarse la cara con un limpiador en cuanto notan algún brillo. Esto no es lo mejor para eliminar el exceso de sebo, y sí el lavarnos el rostro solo dos veces al día: «A ser posible por la mañana y antes de acostarse, y siempre con un limpiador suave como el agua micelar. Además, hay que evitar cualquier producto de cuidado de la piel o de maquillaje que contenga aceites comedogénicos, ya que pueden obstruir los poros y provocar acné».
Entre las desventajas de tener un rostro graso es que es más probable sufrir manchas o hiperpigmentación después de brotar, y deshacerse de la hiperpigmentación no es tarea fácil, así que conviene prevenirlo: «La exfoliación regular ayuda, pero el uso de una buena crema de protección solar es lo que nos ayudará a minimizar la posibilidad de que aparezcan estas manchas o marcas oscuras».