Hablar de postres españoles es hablar de natillas y ricos dulces delicados de gran sabor que han alimentado y consentido a generaciones enteras. Y si, de delicados dulces se trata, los de convento, preparados por las monjas, vaya que tienen historia y se han ganado el corazón de cada hogar español.
Son muchas las recetas que se han diseñado entre las paredes de los claustros y todas ellas han sido caracterizadas por su delicadeza, sabor y sencillez. Basta con probar unas yemas de Santa Teresa o unas natillas de toda la vida, para saber que su origen no puede ser otro que la combinación de unos pocos ingredientes con la destreza que las monjas han demostrado tener.
Para disfrutar de un postre humilde y delicado, de esos que alegran el día a cualquiera, tienes que probar estas natillas de convento; verás como te despiertan los más gratos recuerdos de tu niñez.
7Comienza la preparación de este delicado postre
Para iniciar con este rico y tradicional postre de convento, reserva ½ vaso de leche y el resto llévalo a una olla. Pon está en el fuego y agrégale el azúcar.
Debes calentar la leche a una temperatura muy suave y remover constantemente y con suavidad hasta lograr que el azúcar se disuelva completamente.
Recuerda que en las natillas de convento, no se infusiona la leche; por lo tanto, lo que se busca es sencillamente endulzar esta a una temperatura muy suave. Cuando comience a hervir, retírala del fuego.