La salsa de almendras es todo un clásico que se disfruta especialmente en la época de invierno. Es perfecta para acompañar pescados, verduras y carne de ave; y gracias a su textura suave y delicada, suele revestir de elegancia todo plato en el que sea presentada.
Prepararla perfecta tiene su truco, y algo que seguramente te preguntas con frecuencia es si es mejor utilizar las almendras peladas o con cáscara. Para aclarar esas dudas y para facilitarte la preparación de una salsa perfecta, te invito a leer toda esta información que estoy por ofrecerte.
6Continúa trabajando con el pan
Buena parte del menú gastronómico español utiliza el pan como agente espesante de las salsas; y definitivamente, la salsa de almendras no sería lo que es, sin este rico y suave ingrediente que da textura y suavidad absoluta.
Corta las rebanadas de pan en pequeños cubos y llévalos a sofreír en el mismo aceite en el que tostaste las almendras. Cuando el pan esté dorado y crujiente, déjalo junto a las almendras y el aceite que haya quedado.