Si hay un alimento que se encuentra presente en el recetario gastronómico de todo el mundo, ese es el huevo. Con un elevado porcentaje de proteínas y vitaminas, este versátil alimento es además una de las proteínas de origen animal de precio más accesible; razón por la cual, es el ingrediente favorito en millones de hogares.
Con la versatilidad que lo caracteriza, el huevo es ingrediente principal de platos dulces y salados. Y además, es también común disfrutarlo en preparaciones sencillas, como frito o cocido. Y es precisamente de este último método de cocción que deseo hablarte hoy, ya que, aunque es muy fácil de preparar, con frecuencia la yema no queda centrada.
Si quieres conocer cómo lo puedes hacer perfecto y con la yema justo en su lugar, tienes que mirar los consejos que te voy a dar.
2Cómo saber el nivel de frescura del huevo
Para saber con exactitud si los huevos que vas a preparar están frescos, hay un truco que puedes poner en práctica y que te permitirá adelantarte al resultado que tendrás después de la cocción. Este truco consiste en sumergir el huevo en agua y para comprender los resultados de lo que pasa al hacerlo te lo explicaré de la siguiente manera:
- Si el huevo está fresco, se asentará horizontalmente en su base. Quiere decir entonces, que se encuentra en óptimo estado para consumirlo.
- Cuando observas que el huevo flota verticalmente con la punta en la base del vaso, significa que las bolsas de aire en su interior se han comenzado a agrandar, por lo tanto, no está del todo fresco.
- Si observas que el huevo apenas toca el agua sale a la superficie y flota, significa que está excesivamente viejo. En este caso, lo mejor será desecharlo.