Si hay un alimento que se encuentra presente en el recetario gastronómico de todo el mundo, ese es el huevo. Con un elevado porcentaje de proteínas y vitaminas, este versátil alimento es además una de las proteínas de origen animal de precio más accesible; razón por la cual, es el ingrediente favorito en millones de hogares.
Con la versatilidad que lo caracteriza, el huevo es ingrediente principal de platos dulces y salados. Y además, es también común disfrutarlo en preparaciones sencillas, como frito o cocido. Y es precisamente de este último método de cocción que deseo hablarte hoy, ya que, aunque es muy fácil de preparar, con frecuencia la yema no queda centrada.
Si quieres conocer cómo lo puedes hacer perfecto y con la yema justo en su lugar, tienes que mirar los consejos que te voy a dar.
1Huevo fresco: el principal secreto del éxito
Siempre que se habla sobre la forma correcta para cocinar el huevo, indistintamente del método elegido, la frescura es fundamental para un buen resultado. Los huevos son nutritivos, versátiles y deliciosos, pero también su consumo debe realizarse con prudencia, ya que un huevo muy viejo o en mal estado, puede suponer complicaciones para tu salud.
Además de no ser recomendados para su consumo, cuando los huevos no están frescos lucen visiblemente alterados, la clara se pega de la cáscara y la yema no queda centrada. No quiere decir que no se pueda consumir, pero no será lo mejor al cortarlo.