Tal como es el caso de otros embutidos, la morcilla forma parte de una buena cantidad de platos en la gastronomía española; y como no estar tan presente en la misma, si del cerdo se aprovecha absolutamente todo y su carne se consume en buena parte del menú.
En época de matanza el aprovechamiento reina, y las mejores morcillas salen a la venta en todos los poblados. Frescas y de excelente calidad, este alimento se consume solo o como complemento de un buen cocido, como el montañés, en el cual suele aportar el mejor de los sabores.
Ahora bien, así como es sabroso comerla, también hay que aceptar que muchas veces cuesta cocinarla y lograr que quede perfecta, ya que por lo general se rompe por la delicada membrana que la recubre. Para que esto no te suceda más, acompáñame a descubrir los datos y trucos que te voy a compartir.
10Cómo es el proceso de cocción de la morcilla congelada
Si tienes morcilla congelada en casa y la quieres cocinar, debes saber que el mejor método recomendado en este caso es hacerlo al horno. De esta forma conservará su sabor y también su forma. Si la llegas a hervir, esta terminará perdiendo todo su sabor y color.
Si quieres cocinarla en agua, debes esperar que esta se encuentre completamente descongelada.
Para hacerla en el horno, córtala en rebanadas gruesas y ponlas en una bandeja untada con aceite y separadas unas de otras evitando que queden amontonadas. Introduce la bandeja en el horno precalentado y cocina por 5 minutos. Transcurrido este tiempo, voltéalas y déjalas 5 minutos más. Déjalas reposar por unos minutos antes de servir.