Un equipo internacional de astrónomos dirigido por el investigador Toni Santana-Ros del Instituto de Ciencias del Cosmos de la Universidad de Barcelona (ICCUB) y la Universidad de Alicante ha confirmado la existencia del segundo asteroide troyano terrestre conocido hasta ahora.
En un comunicado este martes, la UB ha explicado que un asteroide troyano terrestre sigue la misma trayectoria alrededor del Sol y la Tierra.
Eso se produce porque orbitan alrededor de los llamados puntos de Lagrange: regiones en los que todas las fuerzas gravitacionales que actúan sobre un objeto situado en ellas se anulan entre sí, lo que los convierte en zonas de gran estabilidad.
El asteroide detectado, llamado 2020 XL5, estará situado en el punto de Lagrange durante 4.000 años, por lo que se le califica como transitorio.
Tiene un diámetro estimado de alrededor de un kilómetro, mayor que el otro asteroide troyano terrestre conocido hasta ahora, el 2010 TK7, de 0,3 kilómetros de diámetro.
La UB ha explicado que las búsquedas de estos objetos han tenido «poco éxito» porque suelen ser observables cerca del Sol en un punto bajo del cielo, durante una ventana de tiempo muy pequeña.
En cualquier caso, su descubrimiento es «muy significativo, porque pueden contener un registro de las primeras condiciones de la formación del sistema solar» y son candidatos ideales, en sus palabras, para posibles misiones espaciales futuras.