Nada más delicioso que una loncha de jamón ibérico recién cortado; se valora la dedicación de los maestros jamoneros que hicieron un arduo y delicado trabajo para que puedas disfrutar de una loncha de este exquisito manjar.
Desde la selección de las piezas, la preparación, los tiempos de maduración y de ahumado, todo requiere su trabajo y dedicación. El resultado lo notas cuando pruebas una loncha de jamón ibérico, y en ese momento sabrás que ha valido la pena.
8El envasado del jamón ibérico
La mejor manera de conservar el jamón ibérico es al vacío. De esta manera se le retira el aire contenido en la bolsa incluyendo el oxígeno, el cual produce la oxidación de la pieza; por lo tanto, al estar al vacío se evitará por más tiempo el proceso de oxidación.
Para conservar en óptimas condiciones el jamón ibérico, es preferible hacerlo en lonchas cortadas en porciones de 100 gramos. Una vez empaquetadas se procede a extraer el aire de la bolsa. Si por alguna causa uno de los empaques pierde el vacío debido a la manipulación, este debe ser consumido lo más breve posible antes de que se dañe.