Las alcachofas son uno de los alimentos que no acaban de convencer a todo el mundo por su característico sabor ligeramente amargo. Sin embargo, en la cocina muchas veces se trata de tener creatividad e ingenio para poder hacer combinaciones de lo menos esperadas que acaban haciendo relucir un alimento como este que parecía difícil creando platos de lo más sabrosos.
9Volvemos con las alcachofas para prepararlas para el relleno
Una vez las alcachofas estén cocidas, lo que tenemos que hacer es vaciarlas, pero es importante dejar al menos dos o tres capas de hojas antes de llegar al corazón para que luego no se rompan. La parte blanca de la pulpa se añade al sofrito que estamos haciendo en la sartén para que coja consistencia.
Una vez tengamos la mezcla templada en la sartén, es decir, que se haya mezclado todo bien y haya reposado un poco, con ayuda de una cuchara la vamos añadiendo a las alcachofas vaciadas. Luego las colocamos en la bandeja del horno y las espolvoreamos con un poco de pan rallado. Esto hará que cojan consistencia.