No hay placer que se compare con el de degustar unos donuts, una taza de café y buen libro. Pienso que a todos nos ha de gustar hacer esto al menos unas cuantas veces a la semana y si son días de frío mejor aún, porque la taza de café puede transformarse en un rico chocolate a la taza que acompañará la fría mañana con un desayuno lleno de energía.
Comer donuts procesados es algo muy común; de hecho, una buena cantidad de personas en todo el mundo lo hace de manera regular. Pero, ¿te has preguntado cómo hacerlos en casa y tenerlos igual de ricos? La verdad, hacerlos no es complicado e incluso, me atrevo a asegurar que quedan mejor que los de la tienda de la esquina. ¿Te animas a comprobarlo?
1Así deben ser los ricos donuts
Un rico donut se caracteriza por ser suave esponjoso y para nada grasiento. Y sí, aunque se trate de un producto de bollería frito, cuando es de buena calidad, el aceite básicamente ni se nota.
El mayor temor de hacerlos en casa radica precisamente en la consistencia final que tendrá la masa. Pues, para nada se quiere que sea un trozo de pan frito con consistencia pesada. Con esta receta y los trucos que hoy te traigo, puedes estar seguro de que vas a alucinar con el resultado de estos donuts: esponjosas, suaves, dulces. Simplemente, celestiales.