Las fresas son una de las frutas consentidas; son dulces, ácidas, de tamaño pequeño y combinan de manera estupenda con un buen número de postres. Son conocidos los beneficios que ofrecen a la salud y además suelen ser económicas. Lamentablemente, así como son de ricas, también son delicadas, ya que tienden a dañarse fácilmente si no se resguardan de la manera correcta una vez cosechadas.
Seguramente, te ha pasado alguna vez, que las has comprado frescas y hermosas, pero al día siguiente de la compra se encuentran visiblemente deterioradas. Esto se debe a errores cometidos mientras las conservas. Para que no se te echen a perder, quédate a conocer cómo debes conservarlas.
9Si compraste un montón, deshidrátalas y dales el uso que gustes
En caso de querer disfrutarlas de una manera diferente y con gran sabor, puedes deshidratar las fresas y vivir una experiencia realmente deliciosa.
Las fresas deshidratadas puedes agregarlas a tu cereal favorito, yogur e incluso helados y tener un sabor acidíto y rico que hará que todos queden enamorados de tu creación para hacerlo solo debes seguir unos sencillos pasos.