Las fresas son una de las frutas consentidas; son dulces, ácidas, de tamaño pequeño y combinan de manera estupenda con un buen número de postres. Son conocidos los beneficios que ofrecen a la salud y además suelen ser económicas. Lamentablemente, así como son de ricas, también son delicadas, ya que tienden a dañarse fácilmente si no se resguardan de la manera correcta una vez cosechadas.
Seguramente, te ha pasado alguna vez, que las has comprado frescas y hermosas, pero al día siguiente de la compra se encuentran visiblemente deterioradas. Esto se debe a errores cometidos mientras las conservas. Para que no se te echen a perder, quédate a conocer cómo debes conservarlas.
4Dales su espacio
Para que se conserven brillantes, con buena consistencia y buena forma, debes envasar las fresas dentro de un recipiente con ranuras, y también sin amontonarlas una sobre otras.
Tal como te he comentado, las fresas necesitan que circule aire entre ellas. Por esta razón, entre las mismas debe haber espacio suficiente para que el oxígeno evite el crecimiento de hongos. Nunca las dejes amontonadas dentro del recipiente.
Si compraste una buena cantidad, tienes que disfrutar de la más divina, refrescante y saludable limonada de fresa.