El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha abogado este jueves por permitir un nivel de deuda más alto que el 60% del PIB establecido actualmente en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE, ante el debate abierto en Europa sobre la reforma de las reglas fiscales.
De Cos, que ha participado en unas jornadas del Real Instituto Elcano sobre esta reforma, ha abogado por «acomodar» el Pacto de Estabilidad a las transformaciones macroeconómicas de las últimas décadas y, en este contexto, ha indicado que la caída «secular» de los tipos de interés debería permitir un nivel de deuda más alto, que sería sostenible, siempre que esté condicionado a un crecimiento económico próximo al potencial.
De esta forma, ha indicado que como los crecimientos potenciales de los países de la UE no son iguales, tampoco debería ser homogéneo el nivel de deuda máxima permitido en todos ellos, como sucede actualmente con la regla del 60% del PIB.
El gobernador, que ha admitido que el debate de las reglas fiscales en una «discusión abierta en canal en Europa», ha detallado, además, otros cambios que, a su juicio, debería abordar esta reforma, debate en el que ha dejado claro, como primer punto, que no cuestiona la existencia del Pacto de Estabilidad, ya que las reglas fiscales son «necesarias».
Dicho esto, junto con el aumento de la regla de deuda, también ha defendido la creación de una «especie de estabilizador automático europeo», aunque al mismo tiempo ha apostado por que los países tengan también cierta «capacidad discrecional» si los estabilizadores no son suficientes en etapas de recesión, como ha sucedido en la pandemia.
Para De Cos, «otro de los grandes fallos» del Pacto de Estabilidad ha sido la falta de cumplimiento del mismo y el carácter procíclico de la política fiscal y para revertir esto, ha propuesto «dotar de mayor automatismo» a la regla de gasto e incluso establecer incentivos para asegurar su cumplimiento.
El gobernador también ha apostado por simplificar la regla de gasto y ha cuestionado la «regla de oro» que propone no contabilizar como gasto la financiación destinada al cambio climático. «Quizás no sea lo óptimo», ha señalado, advirtiendo de que al final se podrían incluir gastos que en realidad no están relacionados con el cambio climático.
FONDOS EUROPEOS Y REFORMAS
Y como último punto, De Cos ha propuesto no considerar el Pacto de Estabilidad como «aislado» del resto de la gobernanza de la UE y, por ello, ha apostado por la necesidad de avanzar también en la unión bancaria y de capitales dentro de la UE.
Preguntado acerca de si las negociaciones culminarán este año para que en 2023 entren ya en vigor las nuevas reglas fiscales, afirmó que desconoce el estado actual del debate, pero que lo «ideal» sería que la vuelta a las reglas fiscales el próximo año (están suspendidas desde 2020) fueran ya con los cambios.
No obstante, indicó que si finalmente esto no es posible, los estados miembro estarán en 2023 en mejores condiciones de cumplir las reglas fiscales, gracias a los fondos europeos y a las reformas estructurales asociadas a las mismos, que ayudarán al aumento del crecimiento potencial.