El Consejo del Banco Central de Chile ha decidido por unanimidad incrementar la tasa de política monetaria en 150 puntos básicos, para situarla en un nivel del 5,5%, según informó la entidad en un comunicado del miércoles por la noche.
La medida se enmarca en los riesgos asociados a la inflación. «Los riesgos para la evolución de la inflación siguen siendo significativos y su eventual concreción se torna especialmente relevante en un contexto en que tanto la variación anual del IPC como sus perspectivas ya son elevadas», ha explicado el instituto emisor.
El Índice de Precios al Consumo (IPC) marcó en diciembre una variación anual del 7,2%, superando las expectativas de mercado y la proyección de la institución monetaria. Asimismo, la inflación subyacente, la cual no tiene en cuenta determinados productos o servicios por su volatilidad, se situó en un nivel del 5,2% anual, impulsada tanto por los precios de los bienes como de los servicios.
Las expectativas privadas de inflación permanecen en el entorno del 3% en un plazo de dos años.
Con este panorama, el Banco Central de Chile defiende que su última decisión «es coherente con una trayectoria de política monetaria que, en el corto plazo, se ubicaría en torno al borde superior del corredor de tasa».
En el plano externo, el organismo ha destacado la pérdida de dinamismo en la economía mundial como consecuencia de las nuevas variantes de Covid-19, los riesgos asociados a unas mayores restricciones en China y la persistencia de los cuellos de botella a nivel global.
En lo que respecta a la evolución del mercado financiero chileno, este ha estado marcado tanto por factores externos como internos, aunque con predominio de los últimos, posiblemente asociado a una disminución de la incertidumbre interna. En términos agregados, los indicadores de actividad y demanda en Chile se encuentran en línea con las proyecciones emitidas por el instituto emisor.
Las expectativas del mercado financiera apuntan a una expansión del PIB en el entorno del 2% para 2022 y 2023. Por su parte, el mercado laboral del país andino continúa registrando una recuperación paulatina, con una oferta que se mantiene contenida de parte de los hogares y altos niveles de demanda por trabajo de las empresas.
El crédito bancario, en general, conserva un dinamismo «acotado», en el que prima factores de demanda. De su lado, las tasas de interés bancarias muestran un alza para todo tipo de créditos, aunque se acentúa especialmente en los préstamos de consumo.