El Papa ha revelado este miércoles que sufre una inflamación del ligamento de la rodilla que limita sus movimientos y que le produce dolor con mínimos desplazamientos como caminar o subir y bajar escaleras.
Francisco ha confesado así que sufre «un problema en la pierna derecha». «Se me inflamó el ligamento de la rodilla«, ha asegurado tras restarle importancia y asegurar que «es algo pasajero». «Dicen que esto le pasa solo a los viejos, no sé por qué me ha pasado solo a mí«, ha señalado bromeando y arrancando las risas de los presentes en la audiencia general de este miércoles.
Francisco ha presidido como cada miércoles la catequesis, pero se ha excusado con los fieles y ha evitado levantarse de la silla y bajar a saludarles. Sin embargo, han sido varias las personas que han subido al estrado para estrecharle la mano. Este martes presidió una misa celebrada con motivo de la conclusión de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos en la que se le vio caminar con dificultad.
El Pontífice, que desde hace años padece un dolor en el nervio ciático que le hace caminar con una pronunciada cojera, citó la nueva molestia en la rodilla para explica el motivo por que el no bajó las escaleras del salón de audiencias del Vaticano para saludar a los peregrinos que había entre la multitud. En su lugar, un puñado de invitados subieron al escenario. Se trata de un problema recurrente para el Papa de 85 años. En el 2020 a causa de una fuerte ciática Francisco tampoco pudo celebrar la misa de fin de año ni tampoco la primera celebración del 2021