Unos calamares bien crujientes y tiernos son el deleite para cualquier paladar, pueden disfrutarse como parte de una comida, un aperitivo, un entrante e incluso como una tapa cuando de tomar cervezas con los amigos se trata.
Estos frutos marinos suelen prepararse con diferentes rebozados y aunque pueden quedar realmente buenos, hoy te contaré cuál es el truco definitivo para que queden bien crujientes y perfectos.
4El grosor perfecto para las anillas
Cuando tengas los calamares perfectamente limpios, es el momento de cortarlos en las dimensiones correctas para que al freírse queden bien crujientes por fuera y tiernos en su interior en el tiempo justo de cocción.
Unas anillas de 2 centímetros de grosor se cocinan mejor y garantizan un resultado perfecto; en el que, se aprecie la textura del calamar y a su vez se disfrute del resultado crujiente de su corteza.
Si cortas anillas muy delgadas, al freírse estas pueden resultar excesivamente secas e incluso gomosas.