Unos calamares bien crujientes y tiernos son el deleite para cualquier paladar, pueden disfrutarse como parte de una comida, un aperitivo, un entrante e incluso como una tapa cuando de tomar cervezas con los amigos se trata.
Estos frutos marinos suelen prepararse con diferentes rebozados y aunque pueden quedar realmente buenos, hoy te contaré cuál es el truco definitivo para que queden bien crujientes y perfectos.
3Un resultado tierno: cuestión de tamaño
Para que unos calamares fritos queden realmente ricos, no solo deben quedar crujientes, sino también tiernos.
Aunque llegues a pensar que es al contrario, los de mayor tamaño son más tiernos que los de tamaño pequeño. Es por esto que, al ir de compras, si los quieres para freír es mejor que sean medianos o grandes.
Una textura crujiente, pero un interior muy duro, no valdrá la pena en lo absoluto. Garantiza un buen resultado de principio a fin.