La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de La Coruña ha absuelto a un acusado de abusar sexualmente de una menor de edad, que tiene reconocida una discapacidad intelectual del 68%, en un aparcamiento próximo al estadio de San Lázaro, en Santiago.
Así, la Sección Sexta de la Audiencia, con sede en Santiago, considera que la prueba practicada por unos hechos ocurridos en noviembre de 2017 no permite acreditar «de un modo indubitado» la participación del investigado en los hechos. Fiscalía pedía 11 años y 9 meses de prisión, así como que el acusado no pudiese comunicarse durante ese tiempo con la menor.
El fallo considera probado que el 17 de noviembre de 2017, sobre las 17,00, horas el acusado recogió en su vehículo a la menor en la estación de autobuses de Santiago. Ambos se desplazaron hasta las inmediaciones del estadio de San Lázaro, pero «no ha resultado acreditado» que el individuo realizase un intento de agresión sexual.
«A la vista de la prueba practicada durante el acto de la vista oral, se concluye que no existe prueba de cargo de suficiente entidad para enervar la presunción de inocencia, que ampara a toda persona acusada en un procedimiento penal», sostiene el juez.
Aunque los peritos acreditaron en el juicio que el relato de la supuesta víctima era «muy probablemente creíble», la Sala considera que su declaración se ha caracterizado por una falta de explicación con relación a datos clave, pues no recordaba, por ejemplo, cómo conoció alacusado, si llegó a sacar o no el pene del pantalón o cómo había llegado desde el aparcamiento del estadio a la estación de autobuses». «Pero sí que es cierto que declaró con claridad que él le cogió por la nuca, con una mano» y le dijo que le hiciese una felación, «hizo fuerza hacia abajo y ella se escapó», agrega el fallo.
Con todo, la Audiencia Provincial observa que la joven «incurrió en ambigüedades, generalidades y vaguedades». «No recordando muchos de los datos que se le preguntaban».
Por su parte, el acusado confirmó que había quedado con la menor tras iniciar su contacto por redes sociales y sin conocerla de antes. Sostuvo que se trataba de un cita de «contenido sexual» y que fue ella la que le dijo que quería hacerle una felación. El día que fueron al aparcamiento, asegura que ella le hizo un chupetón en el cuello, se quedó callada y la llevó a la estación de buses de nuevo. Posteriormente, ella le bloqueó el teléfono y él borró las conversaciones de Whastsapp.
Durante el juicio, una amiga de la menor indicó que esta «fantaseaba, se inventaba cosas, como si las hubiese vivido», indica el fallo.
Por todo ello, el juez concluye que «no existe prueba de cargo de suficiente» y se procede a absolver al acusado. Contra el fallo cabe recurso ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).