Cáscara de limón confitada, té de cáscara de limón, cáscara de limón en el lavavajillas, cáscara de limón contra las hormigas… ¿Sabías que los supuestos residuos de la popular fruta tropical se pueden aprovechar de tantas formas? Con estas ideas siempre tienes un truco listo para usar con cáscaras de limón.
En lugar de tirar los limones después de exprimirlos, puedes procesar la cáscara en muchas cosas útiles y conservarla. De esta forma, siempre tendrás a mano la ralladura de limón cuando la necesites y no tendrás que procesarla al mismo tiempo que el jugo.
1Ralladura de limón para cocinar y hornear
La ralladura de limón fresca o seca se usa a menudo en pasteles y otros postres, pero también le da a los platos salados un sabor agradablemente ácido. El requisito previo para un consumo seguro es que la cáscara sea fruta orgánica sin tratar. Para conservarlos, la ralladura de limón se puede rallar y transformar en azúcar de limón.
Sin embargo, la cáscara de limón también se puede secar y almacenar en trozos gruesos y usarse de manera similar a las hojas de laurel: simplemente hierva y retire antes de servir.