Cuando los padres comen alimentos frescos y saludables todos los días y dan ejemplo de nutrición saludable, el interés de los más pequeños por las frutas y verduras también crece, aunque no parezca fácil.
Algunos niños se echan a llorar con solo mirar la coliflor, la lechuga o el calabacín. Pero los padres pueden alentar a sus hijos a comer alimentos saludables sin ningún intento de soborno.
2Jugar con los nombres de la comida
Las personas que comieron «Suculento filete de mariscos italiano» calificaron su comida más favorablemente que aquellos que comieron el simple «Filete de mariscos». A los clientes que comieron un trozo de pastel de chocolate del día anterior llamado «Pastel de chocolate doble de la Selva Negra belga» les gustó más el pastel que cuando se llamaba simplemente «pastel de chocolate».