Cuando los padres comen alimentos frescos y saludables todos los días y dan ejemplo de nutrición saludable, el interés de los más pequeños por las frutas y verduras también crece, aunque no parezca fácil.
Algunos niños se echan a llorar con solo mirar la coliflor, la lechuga o el calabacín. Pero los padres pueden alentar a sus hijos a comer alimentos saludables sin ningún intento de soborno.
10Pero, ¿cómo se las arregla para que los niños se coman las supuestas verduras, preferiblemente sin corcovear?
El ejemplo de los padres es la clave del éxito: si los padres comen sano, preparan y comen frutas y verduras frescas todos los días, el niño se interesará más por ellas. Por eso las comidas familiares son importantes. Aquí todos se reúnen alegremente en una mesa y disfrutan de la comida cocinada con diversión y sin distracciones; esto anima a los niños a comer verduras como algo natural.