La filantropía es una parte muy importante de cualquier sociedad libre. Se centra en la eliminación de los problemas sociales en su origen, en lugar de abordar únicamente los síntomas de esos problemas. La filantropía proporciona oportunidades de educación, alivio, crecimiento y éxito que de otro modo nunca habrían estado disponibles.
Donar a un banco de alimentos, apoyar financieramente a organizaciones en primera línea de la pandemia mundial de COVID-19 o ser voluntario en el programa extraescolar de una biblioteca local son ejemplos de cómo la práctica filantrópica aumenta la calidad de vida, refuerza los vínculos comunitarios y eleva a los demás. Aunque muchos hemos visto en televisión una especie de filantropía mal entendida, como pasa en la serie el juego del calamar.
Historia de la filantropía
La filantropía se define como el amor a la humanidad. La palabra en sí se encuentra por primera vez en las obras del dramaturgo griego Esquilo hace más de 2.500 años, pero el concepto combinado de «philos» (amor) y «anthropos» (humanidad) existía mucho antes de la invención de la palabra escrita.
Desde el principio, las civilizaciones de todo el mundo se construyeron con la idea de que la empatía el cuidado y la comprensión de las necesidades de los demás era fundamental para la supervivencia y el crecimiento.
Un enfoque moderno
La filantropía moderna tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de la humanidad a través de las donaciones. Año tras año, el número de personas que se dedican a la filantropía activa crece exponencialmente. Aunque el Papa ha dicho que la caridad cristiana no es simple filantropía.
Figuras públicas como Warren Buffet, junto con muchos otros donantes caritativos que se encuentran en la lista Forbes de los principales donantes, llaman la atención sobre las causas que afectan a las comunidades de todo el mundo mediante la promoción del cambio social.
¿Es adecuada la filantropía?
La mayoría de las personas se dedican a la filantropía de forma habitual, aunque pueden tener diferentes nombres para ello. Si apoyas los esfuerzos de recaudación de fondos en el trabajo o en la escuela, si apartas dinero de tu sueldo en un fondo asesorado por donantes en el lugar de trabajo, si eres voluntario en tu iglesia o en la comunidad, o si interactúas con campañas de crowdsourcing en la esfera digital, eres un filántropo.
Los beneficios de la filantropía
Con el tiempo, las donaciones filantrópicas pueden convertirse en un hábito regular. Para aquellos que deseen aumentar la frecuencia y la cantidad de sus donaciones, existen varios vehículos para guiar a los donantes.
Las fundaciones, los fideicomisos benéficos y los fondos asesorados por los donantes son algunas de las formas en las que los donantes pueden participar en una filantropía flexible orientada a las donaciones generacionales, a las recomendaciones de subvenciones inmediatas, y con esto, aumentar sus opciones para apoyar las causas importantes para el futuro.
La filantropía proporciona una serie de beneficios tanto para el donante como para el receptor. Para el beneficiario de una subvención o donación, el regalo puede cambiar literalmente su vida. Para el donante, la filantropía puede proporcionar una mayor sensación de felicidad y realización personal impulsada por el amor a la comunidad, el altruismo, los valores religiosos y personales, el legado familiar o todo lo anterior.
Importancia
La filantropía es importante porque ofrece oportunidades, apoya proyectos y esfuerzos que pueden ser demasiado impopulares o controvertidos para obtener el apoyo generalizado del público en general o del gobierno. Por esta razón, la filantropía es una parte muy importante de una sociedad democrática.
Los filántropos no responden ante el gobierno ni ante el público, por lo que pueden elegir libremente a las personas y los proyectos que reciben su apoyo.
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La caridad es diferente de la filantropía
El objetivo de la caridad es aliviar el sufrimiento inmediato. Suele ser una solución temporal a un problema social. A diferencia de la filantropía, la caridad no se centra en acabar con los problemas sociales.
La reforma de la caridad
Esta anima a los filántropos a dar sabiamente pensando en los resultados de sus acciones. La reforma de la caridad desaconseja las donaciones que no ayudan al receptor a aprender a ayudarse a sí mismo.
Las fundaciones
Estas son organizaciones que conceden subvenciones a particulares y organizaciones sin ánimo de lucro. Si las fundaciones cumplen ciertas restricciones, están exentas de impuestos según la ley.
Una visión humanitaria
Filantropía significa «centrarse en el amor a la humanidad«. De este modo, una persona puede cuidar, desarrollar o alimentar su potencial humano. En los tiempos modernos se ha centrado en la calidad de vida, y en equilibrar un área científico-social de nuestra sociedad. Además, se ha extendido a los sectores empresarial y gubernamental, a medida que las generaciones han ido evolucionando.
¿Qué es un filántropo y un donante de alto impacto?
Un filántropo de alto impacto, o un donante de alto impacto, es alguien que da y dona teniendo en cuenta el alto impacto y la eficacia de la donación. Son honestos con sus creencias, pero también tienen en cuenta la eficacia de una organización benéfica antes de hacer una donación de cualquier tamaño.
Por ejemplo, un donante de alto impacto que tiene un amor especial por apoyar a las organizaciones benéficas que acaban con el hambre, el donante no sólo elegirá las que ve en los anuncios de televisión o en Youtube, sino que buscará las organizaciones benéficas que son eficaces y de alto impacto.
Formas de convertirse en filántropo
No se necesita mucho dinero para ser filántropo. Tener dinero no hace daño, pero no es una necesidad. En lugar de donar dinero, puedes utilizar tu talento, tu tiempo o tus habilidades para influir positivamente en el mundo.
Por ejemplo, puedes servir comida a los sin techo, ser voluntario en un refugio para mujeres y niños maltratados o dar clases particulares a adolescentes en riesgo. Además, está demostrado que la filantropía también ayuda emocionalmente a la persona que da.
Por ejemplo, puede ayudarte a aprender a hacer cosas buenas sin esperar nada a cambio. Y si eres un empresario, la filantropía puede beneficiar a tu negocio al ayudarte a pensar de forma más creativa.
Y si tienes dinero para compartir, varias organizaciones benéficas pueden necesitar tu ayuda. Sólo recuerda investigar primero y asegurarte de que estás donando a una organización benéfica legítima y a una causa digna.
Pero recuerda que el dinero no es un factor decisivo a la hora de calificar a un filántropo. La Madre Teresa fue una famosa filántropa que influyó positivamente en muchas vidas, pero no era ni mucho menos millonaria.
La mayoría de los filántropos no son famosos ni millonarios. Son personas corrientes que sólo quieren hacer del mundo un lugar mejor para todos.
