Las natillas de huevo son de esos postres de los que nunca te aburres de comer, su sabor y textura las hacen una delicia y a pesar de tener fuertes competidores como el flan, nunca lograran la textura y el sabor de estas.
Cuando prepares este delicioso postre deberás armarte de paciencia y fuerza de voluntad para resistir y solo comerlo al momento de servirlo, ya que debes esperar a que estén bien fríos para poder disfrutar de unas natillas tradicionales perfectas.
1Las natillas y su origen incierto
Las natillas son un postre tradicional español y aunque se desconoce su origen, se cree que es el resultado de la elaboración de recetas en los conventos, en los que se tenía una cultura de austeridad y por esta razón sus alimentos eran preparados con ingredientes de aprovechamiento e insumos baratos. Un origen muy similar al de las divinas yemas de Santa Teresa.
Sin embargo, existen otras referencias en las que se asegura que pudieron originarse en Francia, durante la época dorada de la repostería francesa. Otro factor que asoma su posible origen francés, es la similitud de algunos postres tradicionales de ese país con las natillas.