¿Sabías que comprar pollos de corral anaranjados del súper podrían no ser todo lo saludable que pensabas? La tendencia actual de consumo de alimentos prefiere los productos más naturales posibles. La distribución lo sabe y por ello busca engañar al ojo con las tonalidades y el etiquetado. La legislación española es una de las más avanzadas en este sentido, y en ella indica, por ejemplo, que no existe carne de pollo de corral. ¿Qué está pasando?
El origen de esta confusión es la poca definición de la regulación actual. A pesar de que en nuestro país el sistema de distribución y calidad alimentaria está bien regulada, aún persisten vacíos y ambigüedades que dejan espacio abierto para que las marcas y empresas ‘campen’ a sus anchas en cuanto a etiquetados. Especialmente en lo que más vende ahora: el consumo ecológico y/o natural (que no siempre es lo mismo).
9Pollos de corral sin antibióticos ni hormonas
Otro de los aspectos que algunas marcas de carne de pollo tratan de vender al consumidor para incitarles a elegirlos es destacar que sus artículos están libres de hormonas y antibióticos. Es importante que como consumidor seas consciente de que en Europa el uso de hormonas y antibióticos para el crecimiento de cualquier animal con destino a la cadena alimentaria en cualquiera de sus formas está tajantemente prohibido.
Ojo, esto no implica que el ganadero no pueda utilizar las medicinas sino que debe existir una supervisión del veterinario a cargo y sobre todo, se deben respetar los tiempos regulados para introducir dicha carne en el mercado.