¿Sabías que comprar pollos de corral anaranjados del súper podrían no ser todo lo saludable que pensabas? La tendencia actual de consumo de alimentos prefiere los productos más naturales posibles. La distribución lo sabe y por ello busca engañar al ojo con las tonalidades y el etiquetado. La legislación española es una de las más avanzadas en este sentido, y en ella indica, por ejemplo, que no existe carne de pollo de corral. ¿Qué está pasando?
El origen de esta confusión es la poca definición de la regulación actual. A pesar de que en nuestro país el sistema de distribución y calidad alimentaria está bien regulada, aún persisten vacíos y ambigüedades que dejan espacio abierto para que las marcas y empresas ‘campen’ a sus anchas en cuanto a etiquetados. Especialmente en lo que más vende ahora: el consumo ecológico y/o natural (que no siempre es lo mismo).
8Sopas de pollo sin apenas carne
No solo a la hora de comprar pollos de corral anaranjados las marcas buscan el doble juego con el consumidor. No hay más que echar una lectura al etiquetado de algunas sopas que se venden como de pollo, pero en las que la carne de este animal apenas aparece.
En ellos, se introduce el concepto de caldo de pollo donde únicamente el 3% es realmente de pollo. Y yendo un paso más, si desgranas esos paréntesis, encontrarás que tan solo una tercera parte es pollo mientras que el resto es grasa de pollo. Busca siempre carne magra de pollo en las elaboraciones en vez de grasa de pollo.