¿Sabías que comprar pollos de corral anaranjados del súper podrían no ser todo lo saludable que pensabas? La tendencia actual de consumo de alimentos prefiere los productos más naturales posibles. La distribución lo sabe y por ello busca engañar al ojo con las tonalidades y el etiquetado. La legislación española es una de las más avanzadas en este sentido, y en ella indica, por ejemplo, que no existe carne de pollo de corral. ¿Qué está pasando?
El origen de esta confusión es la poca definición de la regulación actual. A pesar de que en nuestro país el sistema de distribución y calidad alimentaria está bien regulada, aún persisten vacíos y ambigüedades que dejan espacio abierto para que las marcas y empresas ‘campen’ a sus anchas en cuanto a etiquetados. Especialmente en lo que más vende ahora: el consumo ecológico y/o natural (que no siempre es lo mismo).
7Carne de pollo o preparado de carne: que no te engañen
El caso más flagrante de manipulación marketiniana en cuanto a la carne de pollo se encuentra en los productos preparados. Se anuncian y promocionan como alimentos a base de pollo. Sin embargo, la realidad es mucho más inquietante.
Si echas un vistazo a la composición, verás que hacen mención a los preparados de carne. Y estos, querido consumidor, no son carne sino sucedáneos derivados.