La cineasta Carla Simón, que llevará a la sección oficial de la Berlinale su nueva película ‘Alcarràs’, ha celebrado el «momento dulce» que atraviesa el cine español en el apartado internacional, con un reconocimiento «que ha costado conseguir».
«Estamos en un momento donde realmente está empezando a salir el cine español fuera y esto es bueno, porque nos ha costado un poco. Hacemos lo que podemos todos, pero poco a poco va dando sus frutos», ha señalado en declaraciones la directora catalana, que también competirá el próximo mes de febrero contra otra cinta de director español, ‘Un año, una noche’ de Isaki Lacuesta.
‘Alcarràs’, segundo largometraje de Carla Simón tras su ‘Verano 1993’ (‘Estiu 1993’) y que se encuentra en estos momentos en fase de postproducción, ha pasado por dificultades antes de su finalización debido a la pandemia de coronavirus. «Nos ha afectado mogollón», ha lamentado la cineasta.
Las previsiones de la directora eran de rodar el año pasado y estrenar antes de la fecha prevista –finalmente, primavera de 2022–, pero el calendario sufrió modificaciones obligada por contagios del equipo a los dos días de empezar el rodaje, por ejemplo. La propia Simón también pasó el covid a dos días de cerrar el montaje.
«Hasta por un momento pensé que a lo mejor no se hacía la Berlinale, pero son los tiempos que nos han tocado vivir y ahora vamos allí con muchas ganas», ha señalado, pese a no ver muchas opciones a priori de lograr el preciado Oso de Oro. «Ya es un regalo estar ahí y compartir la selección con cineastas como Claire Denis, que para mí es una referencia. Opciones no veo muchas, la verdad», ha comentado con humor.
Simón ha explicado que ‘Alcarràs’ es una película «muy compleja a muchos niveles», rodada con actores no profesionales, con un reparto coral que habla un dialecto muy concreto de una zona de Cataluña. «Para mí es importante sentir que ese trocito de tierra que tenemos, con los agricultores, va a llegar a Berlín», ha indicado.
Además, ha mostrado su ilusión por el estreno en salas de la película, un soporte que cree «no va a desaparecer nunca». «A mí que no me quiten las salas de cine, porque es una experiencia distinta y hay cosas que no tienen sentido no verlas en la sala. Soy optimista», ha concluido.