El placer que se siente al hacer pan en casa es uno realmente incomparable. El proceso de fermentación básicamente mágico, el amasado suave y el aroma a pan fresco que sale del horno mientras se cocina, hacen de su elaboración una experiencia única. No obstante, más allá del auténtico placer que se disfruta, está el hecho de esperar con ansias el resultado. Y nada más decepcionante, que obtener un pan duro como piedra en lugar del suave y tierno que queremos.
Hacer un pan perfecto, va más allá de mezclar harina, agua, levadura y sal, pues, para que quede divino y con una consistencia perfecta, hay algunas claves que lo conseguirán.
9Un horneado perfecto
La última clave, pero no menos importantes, es el horneado del pan. Para que este quede perfecto, es necesario que lleve algo de vapor.
Seguramente te preguntarás cómo es posible hacerlo, pues, en el horno de casa, es algo complejo. No obstante, es más fácil de lo que piensas. Solamente debes poner un recipiente apto dentro del horno con un poco de agua y este se encargará de liberar en el interior del mismo la humedad necesaria.