El placer que se siente al hacer pan en casa es uno realmente incomparable. El proceso de fermentación básicamente mágico, el amasado suave y el aroma a pan fresco que sale del horno mientras se cocina, hacen de su elaboración una experiencia única. No obstante, más allá del auténtico placer que se disfruta, está el hecho de esperar con ansias el resultado. Y nada más decepcionante, que obtener un pan duro como piedra en lugar del suave y tierno que queremos.
Hacer un pan perfecto, va más allá de mezclar harina, agua, levadura y sal, pues, para que quede divino y con una consistencia perfecta, hay algunas claves que lo conseguirán.
6La forma de añadir los ingredientes: otra de las claves que debes conocer
Cuando se desea lograr una más elástica y perfecta, la unión de los ingredientes debe cuidarse al detalle.
Mezcla los ingredientes secos y luego los húmedos. Recuerda que, por lo general, debes hidratar la levadura para que está crezca y se desarrolle perfectamente antes de unirla al resto de los ingredientes. Además, siempre mantén la levadura alejada de la sal directamente, de lo contrario, la sal hará que pierda sus propiedades.