El placer que se siente al hacer pan en casa es uno realmente incomparable. El proceso de fermentación básicamente mágico, el amasado suave y el aroma a pan fresco que sale del horno mientras se cocina, hacen de su elaboración una experiencia única. No obstante, más allá del auténtico placer que se disfruta, está el hecho de esperar con ansias el resultado. Y nada más decepcionante, que obtener un pan duro como piedra en lugar del suave y tierno que queremos.
Hacer un pan perfecto, va más allá de mezclar harina, agua, levadura y sal, pues, para que quede divino y con una consistencia perfecta, hay algunas claves que lo conseguirán.
2Seleccionar ingredientes de calidad: la primera clave para triunfar con el pan
Según el tipo de pan que vayas a preparar, debe ser la harina que utilizarás. Las harinas para hacer panes perfectos, son la de gran fuerza y la de fuerza.
La harina de gran fuerza, es la indicada para fermentaciones muy largas, como las que se requieren para los panettones y focaccias. Mientras que, la harina de fuerza, es la ideal para hacer cualquier otro tipo de pan casero. Nunca elijas harina repostera ni mucho menos bizcochona para preparar unos ricos panes caseros.