Científicos dirigidos por Jonathan Brande, de la Universidad de Kansas, han descubierto vapor de agua en el planeta de tamaño ‘super Neptuno’ TOI-674 b, que orbita una enana roja a 150 años luz.
Quedan muchas preguntas, como cuánto vapor de agua contiene su atmósfera. Pero la atmósfera de TOI-674 b es mucho más fácil de observar que la de muchos exoplanetas, lo que lo convierte en un objetivo principal para una investigación más profunda, según Pat Brenan, del programa de exploración exoplanetaria de la NASA en un comunicado.
La distancia, el tamaño y la relación del planeta con su estrella lo hacen especialmente accesible para los telescopios espaciales. A 150 años luz, se considera «cerca» en términos astronómicos. La estrella en sí, relativamente fría y menos de la mitad del tamaño de nuestro Sol, no se puede ver desde la Tierra a simple vista, pero esto también se traduce en una ventaja para los astrónomos.
A medida que el planeta comparativamente grande, en una clase de tamaño conocida como ‘super Neptuno’, cruza la cara de su estrella más pequeña, nuestros telescopios pueden analizar más fácilmente la luz de las estrellas que brilla a través de su atmósfera. Aquellos equipados con instrumentos especiales llamados espectrógrafos, incluido el recién lanzado telescopio espacial James Webb, pueden difundir esta luz en un espectro, revelando qué gases están presentes en la atmósfera del planeta.
El descubrimiento surgió de una asociación entre el probado y verdadero Telescopio Espacial Hubble y TESS, el Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito de la NASA, lanzado en 2018. El planeta fue encontrado por primera vez por TESS, luego Hubble midió su espectro de luz. Los datos del Telescopio Espacial Spitzer ahora retirado también ayudaron a los astrónomos a descubrir algunos de los componentes atmosféricos del planeta. Si el telescopio Webb, una vez que esté en funcionamiento, se focaliza en TOI-674 b, debería poder examinar la atmósfera del planeta con mucho más detalle.
Hasta ahora, solo se han revelado aspectos de sus atmósferas de otros tres exoplanetas del tamaño de Neptuno, aunque la llegada de telescopios como Webb promete una edad dorada en el estudio de las atmósferas de los exoplanetas.