Es cierto, lavar los platos no es de las actividades preferidas. De hecho, muchos les huyen despavoridamente a este oficio del día a día que como ama o amo de casa hay que realizar. Sin embargo, a la hora de hacerlo pudieras cometer errores que inciden en que tus artículos no queden tan limpios como querrías. Influye la temperatura del agua, el tipo de lavaplatos que utilices y también el método. Ahora bien, ¿es más factible hacerlo con un agua fría o caliente? En Diario QUÉ! te tenemos la respuesta para que de ahora en adelante higienices tus platos de la mejor manera.
6Menor esfuerzo
Cuando lavas los platos a mano tienes que hacer un esfuerzo para desprender el sucio de tus artículos. A priori te cansará los brazos y te agotarás. Pues, comienza a higienizar tus platos con un agua caliente en vez de fría. Podrás eliminar la grasa y todo tipo de residuos de una manera más sencilla. Esa temperatura que tendrá el agua será de gran ayuda para que el sucio se deslice con mayor rapidez, y con dos o tres pasadas con el estropajo ya tu pieza quedará libre de partículas de comida.
