Todavía nos estamos recuperando de la agitación de la temporada navideña, puede ser que aún estemos de viaje, para visitar a nuestras familias en nuestros pueblos o ciudades de origen, o estemos de camino de regreso a casa, porque el período vacacional está terminando y tenemos que reincorporarnos a nuestras actividades habituales, pero de todas maneras, la Iglesia Católica sigue celebrando a sus santos, y hoy es el día para recordar a Santo Tomás de Cori Placidi y a San Higinio.
Santo Tomás de Cori Placidi
Tomás de Cori Placidi fue un destacado presbítero que formó parte de la Orden de los Hermanos Menores, que fue fundada, nada más y nada menos, que por el mismo San Francisco de Asís. Nació en la ciudad que hoy lleva su nombre en Italia, a mediados del siglo XVII, según se cuenta, un día 4 de junio, tal como lo recuerda la tradición eclesiástica.
Mientras crecía en su pueblo, se dedicó a las actividades de pastor, trabando amistad con unos frailes franciscanos, quienes habían asumido la labor de ayudar a aquellos que eran los más desamparados de esa área, sintiendo que había sido llamado por Dios, razón por la que se trasladó al municipio de Orvieto, para recibir la formación eclesiástica necesaria, siendo ordenado como sacerdote en el año 1683, exhibiendo tales dotes que lo convirtieron en maestro de enseñanza para los novicios.
Luego de ejercer el cargo de maestro de novicios, viaja hasta el convento franciscano de Bellagra, donde tuvo la oportunidad de elaborar una especie de reglas o estatutos en los que unió las reglas sobre la formación y sobre la vida que tendrían que llevar los religiosos que formaran parte de su orden, consagrando su labor cristiana a la elaboración de estas reglas que se convirtieron en una referencia para la congregación franciscana en general, sentando las bases escritas y recopiladas de esta tan apreciada Orden, por su caridad y su humildad, así como por trabajar en beneficio de los más necesitados.
Por su parte, San Higinio fue uno de los primeros religiosos en convertirse en Papa de la Iglesia romana, representando a Dios en esta tierra para la fe católica, dedicando especial atención a la organización de las Órdenes Menores del clero, definiendo igualmente las jerarquías dentro de la Iglesia católica, esto es, organizó las jerarquías dentro de la Iglesia, en obispos, cardenales, sacerdotes, diáconos y monjas, en los peldaños que eran inferiores al Papa, quien se encuentra en la cima de la pirámide sobre la cual aún se encuentran organizados los cargos eclesiásticos, lo cual fue acatado y respetado, porque San Higinio Papa logró su reconocimiento para representante del Señor en este mundo.
Ciertamente, casi todos conocemos a un Higinio, así que no te olvides de felicitarlo en su día.
Pero el día 11 de enero no son estos los únicos santos cuyo onomástico es celebrado, sino que además están acompañados por San Leucio, San Paulino de Aquileya, San Pedro Apselami, San Salvio, San Teodosio cenobiarca, San Tipaso, Santa Honorata, Beato Bernardo Scammacca, Beato Francisco Rogaczewski y Beato Guillermo Carter