Si hay palabras para definir al ternasco de Aragón, estás son indudablemente: calidad, buen gusto y exquisitez. Con certificado por la comisión Europea como IGP (Indicación Geográfica Protegida), esta carne cuenta por así decirlo con un sello que garantiza su calidad superior en comparación con otros corderos. Para que lo prepares con un gran sabor y con toda la autenticidad que lo caracteriza, tienes que probar esta receta que te permitirá experimentar un placer celestial.
1La certificación IGP como símbolo de calidad del ternasco de Aragón
No todos los corderos que son comercializados en Aragón cuentan con certificación IGP; y de hecho, son varios los procesos que deben cumplirse para obtener mencionada certificación, hay una serie de requisitos que han de ser cumplidos.
La alimentación de los corderos debe ser exclusiva con leche materna y cereales naturales durante mínimo 40 días. Así mismo, el cordero solo puede prevenir de cinco razas específicas: Aragonesa, Roya Bilbilitana, Ojinegra de Teruel, Maellana y Ansotana. Estas exigencias no se siguen con todos los corderos, así que, aunque lo compres en Aragón, este no necesariamente cumplirá la normativa para ser IGP.