El 2021 a punto de terminar no ha sido el mejor año para Sálvame. La crisis de audiencia parece amenazar la estabilidad de un programa que a pesar de haber hecho historia de la televisión es sumamente criticado. Y es que se sabe que mantener un grado de interés constante y tener siempre noticias impactantes es algo, más que difícil, imposible. Por eso desde Sálvame cuando no tienen noticias se las inventan.
2No se salva ni el apuntador
Desde Sálveme van tirando de todos los recursos que están a su alcance pero sin incurrir en grandes complicaciones. Así, los vemos poner en el ojo del huracán a sus propios colaboradores. Se destripan entre ellos unos a otros poniendo sobre la mesa todos sus secretos y trapos sucios. Y es que los trabajadores del programa deben tener claro que siempre son susceptibles de convertirse en protagonistas forzosos del mismo. Sus elevados honorarios parecen que hacen que el riesgo merezca la pena.