Una de las salsas más socorrida en la cocina es sin lugar a dudas la de tomate frito. Esta versátil preparación es la base de muchos platos y a nivel mundial es disfrutada de un sin fin de maneras. Este tipo de salsa es comercializada en todos los países bajo diferentes marcas comerciales. Aun así, son millones de personas las que disfrutan el proceso de su elaboración en casa y la consumen de una manera más saludable sin ningún tipo de aditivos químicos.
Si eres de los que prefiere el sabor de una buena salsa de tomate frito casera, te convendrá saber las formas más idóneas para conservarla de manera perfecta, entre las cuales por supuesto, puedes recurrir al congelador como uno de los mejores métodos de conservación.
5La técnica de la conserva
Si te has ido de compras y terminaste comprando una gran cantidad de tomates maduros, seguramente querrás preparar una buena cantidad de tomate frito y así evitar tener que cocinarlo con frecuencia. Con este método, podrás disfrutar por hasta un año o más de la calidad de la salsa como el primer día.
Al preparar la salsa, viértela en botes de cristal limpios y secos. Colócales la tapa hermética y cocina a baño de maría por 20 minutos para que se produzca el vacío. Finalizado este proceso, déjalos enfriar y guárdalos en la despensa o nevera. Recuerda anotar la fecha de su preparación.