A todos alguna vez se nos puede ir la mano con la cantidad de sal que se añade durante la preparación de una receta. Esto, generalmente sucede cuando se añaden algunas otras especias o ingredientes que naturalmente tienden a salar las comidas. Por supuesto, también es posible calcular mal la famosa “pizca” que se mencionan en algunas recetas. En esta oportunidad te contaré de que manera puedes remediar un caldo que ha quedado salado.
Acompáñame a descubrir cómo resolverlo y lo más importante, cómo hacerlo al momento sin tener que esperar minutos adicionales de cocción o reducción.
9El uso de elementos lácteos, ácidos o azúcar
Hay quienes optan por añadir leche, yogur, nata e incluso elementos ácidos como el vinagre. En estos casos, el resultado cambiará drásticamente. Para comenzar, si se trata de un caldo ligero, añadir nata sumaría una buena cantidad de calorías, mientras que, en el caso de yogures y leche, el sabor resultaría también afectado. Lo mismo sucede con el ácido. Añadir vinagre puede resultar contraproducente, especialmente si se te va la mano con la cantidad añadida.
El azúcar combina muy bien con muchas preparaciones; sin embargo, utilizarlo como aliado para disminuir la sensación de salado de un caldo, no es la mejor opción. Imagina por un momento un rico caldo de pollo que al final termine con un sabor para nada agradable dulce.
