El Servicio de Medio Ambiente del Cabildo de Fuerteventura ha activado dos veces el protocolo de varamiento de cetáceos en los primeros días del año 2022.
El primer servicio se activó después de que un espécimen de calderón gris de 2,5 metros de longitud y 200 kilogramos de peso fuera hallado el 4 de enero en Caleta Corcha, en una zona ubicada entre Caleta de Fuste y Costa de Antigua.
En este caso, según ha explicado el Cabildo de Fuerteventura en nota de prensa, los agentes de Medio Ambiente realizaron un seguimiento al animal, que fue avistado a escasos metros de la costa el día anterior, así tras varar fue retirado de la costa y llevado al Complejo Ambiental de Zurita, donde el grupo veterinarios de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y especialistas del SECAC (Sociedad para el Estudio de los Cetáceos en el Archipiélago Canario), contratados por el Gobierno de Canarias, realizaron la toma de muestras y necropsia del animal ese mismo día.
Un día más tarde, el 5 de enero, un delfín moteado del Atlántico Juvenil, de unos 1,59 metros de longitud, arribó a la playa del Moro, en el Parque Natural de Corralejo, con «signos evidentes» de mordiscos.
En esta ocasión fue un ciudadano quien dio aviso a los equipos del Cabildo que se desplazaron a la zona para su retirada. El ejemplar se encuentra actualmente en la cámara de congelación de la Estación Biológica de La Oliva, a la espera de su necropsia.
La consejera de Sostenibilidad Medio Ambiental, Lola García, ha resaltado la importancia de la colaboración ciudadana en caso de varamiento, ya que posibilita una pronta actuación por parte del Servicio de Medio Ambiente del Cabildo de Fuerteventura y el aviso al personal de la Red Canaria de Cetáceos Varados, que son responsables de registrar los datos biométricos y necropsias.
Añade que además esto permite recoger muestras biológicas para diversos estudios científicos, datos que entiende «fundamentales» para conocer mejor la biología de estas especies y ayudar en su conservación.
Por ello, indica que en caso de avistamiento o hallazgo de este u otro tipo de fauna accidentada se llame al 112.
En Fuerteventura, Lanzarote y Gran Canaria se puede observar el calderón gris durante todo el año, en grupos de entre 5 y 25 ejemplares, acercándose incluso a la orilla. Cuando nace tiene una coloración gris que se va volviendo más clara con la edad, mientras que en los adultos se pueden observar numerosas cicatrices o rasguños en su cuerpo, producidos por los dientes de sus congéneres u otras adversidades.
El peso del calderón gris oscila entre los 300 y 680 kilogramos, pudiendo alcanzar unos cuatro metros en la edad adulta y se alimentan de pulpos y calamares que capturan en las profundidades, mientras que el delfín moteado del Atlántico es de hábitos oceánicos y se suele avistar a una profundidad de entre 600 y 900 metros, cerca de las costas, pudiendo ser observados en Canarias, preferentemente durante el invierno y primavera.
La característica distintiva de la especie son las numerosas manchas que van apareciendo aunque los ejemplares juveniles no están moteados. Se caracteriza por su curiosidad, acercándose con frecuencia a la proa de las embarcaciones.